domingo, 6 de marzo de 2011

El pulpo y Bob Esponja bucean en el Born

La Rueta convierte el céntrico paseo, la plaza de las tortugas y la calle Unió en un mundo imaginario donde muchos disfraces estuvieron relacionados con el mar y otros tantos fueron los clásicos de siempre

Una marea humana inundó ayer el paseo del Born y todas sus ramificaciones para convertirlo en un mundo imaginario donde los seres submarinos fueron los protagonistas, empezando por el gigantesco pulpo del pasacalles de la Rueta, los numerosos Bob Esponja que bucearon atados de un hilo, las medusas, los peces y demás animales mediterráneos en que se convirtieron los niños de Palma. En la superficie había helados de cucurucho, piratas, vikingos y muchas, muchísimas princesas, más de una veintena por lo menos, como adelantaron las encargadas de las tiendas de disfraces. Los vestidos rosas con corona son un clásico, además de los superhéroes de cómic que ayer también abundaron en el centro de Palma.
Los disfraces más originales fueron los hechos a mano, como el que elaboró la familia Piñol para convertir a los pequeños de la casa en auténticos helados de cucurucho. Los hicieron de cartulina con bolas de sabores de cartón piedra colocadas en la cabeza a modo de sombrero. Para el carrito, empujado por la heladera Marta, utilizaron una enorme caja, moldes de tartas e incluso mandarinas envueltas en papel de aluminio. Toda esta imaginación fue recompensada con uno de los premios de la Rueta que concedía el jurado que se escondió entre el público. El perro de la heladera participó indirectamente en la comparsa prestando su nombre (Situ) al original negocio.
Como el Carnaval dura varios días y se celebra en la escuela y en la calle, los padres aprovechan para optimizar los recursos. Es el caso de un grupo con niños de tres años que acuden al colegio Pedro Póveda. "El lunes todos se disfrazarán de algo relacionado con el fondo del mar, por lo que también nos hemos hecho unos disfraces iguales". Lo explicaba un progenitor ataviado con multitud de cintas de colores, una especie de túnica violeta y un sombrero ovalado en la cabeza parecido a una pamela y que representaba el cuerpo de una medusa.
Bob Esponja triunfó más en el aire que en la tierra. La vendedora de uno de los puestos de globos del paseo del Born, frente a Can Alomar, destacaba que los más solicitados son el personaje que encandila a los niños con sus aventuras en el fondo del mar y Dora la Exploradora. El primero repitió el éxito de la Rueta del año pasado, en el que también se vieron muchas Hello Kitty, más que en esta ocasión. Los niños que ayer se disfrazaron de Bob sufrieron bastante, sobre todo los que iban embutidos en cajas de cartón y tenían que caminar de lado y con cuidado para poder esquivar la marabunta.
En la plaza de la Reina había una enorme cola sobre las cinco de la tarde que daba la vuelta a la fuente. Era para comer un trozo de la ensaimada gigante, cortada en 6.000 raciones, que ofrecían gratis bajo una carpa del Born.

2.500 globos

El personaje más importante de la Rueta no fue un disfraz, sino el pulpo hecho con 2.500 globos que encabezaba el pasacalles. Pulpos similares se han paseado por varios países de Sudamérica antes de aterrizar en Palma. La primera vez fue en Buenos Aires, en un concierto de Manu Chao, tal como explica su creador, el comediante Víctor Ávalos, más conocido como Tomate. "Quise montar aquí un pulpo porque es muy mediterráneo. Lo hemos hecho en tres días", detalla quien ya participó en la Cabalgata de Reyes con un dragón chino y cuenta además con un ave y una araña de globos. Ayer le seguían durante el pasacalles el Drac de na Coca –la figura de la leyenda que aterrorizó la ciudad el siglo XVII–, una batucada de payasos que pusieron el ritmo a la tarde, gigantes y cabezudos.
El dragón del Ayuntamiento no era el único elemento municipal de la Rueta infantil. En la plaza de la Reina había un camión de bomberos, pero no para apagar posibles fuegos, sino para que lo admirasen los niños y adultos, ya que Magirus, que así se llama, es el más antiguo del Cuerpo. Otros bomberos que no superaban la altura reglamentaria paseaban agarrados de sus padres por las calles del centro. También medía menos de metro y medio Super Mario Bros, un grupo de indios y vaqueros, las mariquitas y abejas maya, el Zorro, Sherlock Holmes y el doctor Watson, y la mayoría de los niños que ayer participaron en la Rueta.

La jaima del Born

Entre tanto jolgorio, en el Born permanecía la jaima saharaui que lleva un mes allí para pedir la libertad de este pueblo. Sus ocupantes recogían firmas de los padres que acompañaban a sus hijos disfrazados y una frase en una pizarra animaba: "La verdad de tu destino está en el desafío de tu deseo". Puede que no fuese el momento de pensar en ello, pero más de uno se detuvo a leerla en silencio rodeado del griterío.
Las variadas actividades que se organizaron en diversos puntos del recorrido entretuvieron a los más pequeños a falta de desfile, como el que se prepara hoy para la tradicional Rua. Hubo pompas de jabón gigantescas, talleres de máscaras y maquillaje, diversos espectáculos de malabaristas, acróbatas y payasos en la plaza de las tortugas, juegos típicos de Carnaval y degustaciones de zumos y Coca Cola.
Hoy por la tarde, a partir de las 17.00 horas, habrá más disfraces, los que llenan de colorido la Rua desde la Rambla hasta Jaume III con fin de fiesta en la plaza Joan Carles I (las tortugas) a cargo de la banda Wonderbrass.
Fuente :Diario De Mallorca

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